Insertos roscados en espiral de acero inoxidable con resistencia mecánica muy elevada (aproximadamente 145 kg/mm²).
Su típica disposición de muelle presenta dos roscados perfectamente concéntricos: uno exterior y el otro interior. El exterior permite introducir el inserto roscado en un agujero roscado con un macho específico, mientras que el interior permite recibir un tornillo con la máxima precisión.
El mango de arrastre, indispensable para poder introducir el inserto en el orificio, se retira fácilmente tras el montaje con ayuda de una sencilla herramienta denominada tronzador. El diámetro exterior de los insertos roscados en estado libre es más grande que el del orificio en el que se introducirán. La deformación elástica que sufren al entrar en el orificio da lugar a una fuerza que mantiene firmemente anclado el inserto a las paredes, impidiendo que se salga.